El Ayuntamiento recoge las propuestas de Cantabri ConBici para el futuro del Plan de Movilidad Ciclista
El concejal de Medio Ambiente y Movilidad Sostenible, José Ignacio Quirós, se ha reunido este lunes con la asociación Cantabria ConBici para recoger sus propuestas para el futuro Plan de Movilidad Ciclista que va a redactar el Ayuntamiento de Santander.
Se trata de un «primer encuentro» con el que se abre una línea de intercambio de ideas entre el equipo redactor del plan y los agentes implicados para ir recabando periódicamente sus sugerencias, según ha informado en un comunicado el Ayuntamiento.
El objetivo de este trabajo es «fomentar los desplazamientos en bicicleta en la ciudad; compatibilizar su uso con otros medios de transporte público, y aumentar la seguridad para los ciclistas».
En la reunión con Cantabria ConBici, Quirós ha pedido a la asociación ideas de cara a la redacción del plan, que ya ha sido adjudicado, y para la definición de nuevos itinerarios ciclistas por el centro urbano que faciliten el acceso en bicicleta a los centros administrativos y puntos de interés que se concentran en este entorno.
Se pretende conseguir definir los recorridos «más seguros y que se integren mejor con el resto del tráfico y con otros medios de transporte público».
Santander cuenta en la actualidad con una red de carriles bici de alrededor de 24 kilómetros de longitud que permite recorrer la ciudad en bicicleta, desde su entrada por Nueva Montaña hasta la zona del Sardinero, el Parque de Las Llamas o llegar hasta La Albericia a través de la Avenida de Los Castros.
Con el Plan de Movilidad Ciclista se pretende potenciar ese trazado y facilitar cada vez más el uso de la bici en los desplazamientos diarios como un medio de transporte más.
También se implantarán nuevas medidas que favorezcan el uso de la bicicleta, propicien la intermodalidad con otros medios de transporte y garanticen la integración de las bicis con otros vehículos y peatones.
En este sentido, Quirós ha explciado que el Ayuntamiento ya viene trabajando desde hace tiempo en otras acciones que facilitan la convivencia del vehículo a motor con los desplazamientos a pie y en bicicleta, a través de las ‘zonas 30’ o de calmado de tráfico, en las que se restringe la velocidad en esas zonas a 30 kilómetros por hora.