Consejos para un viaje

Dónde quedarse

A veces no hace falta llevar la tienda y te quedas a dormir en cualquier sitio, lo mismo en un bosque que en una casa deshabitada, en la playa o en un descampado. Si tenéis pensado quedaros siempre en albergues os encarecerá mucho el viaje al tiempo que os dará más comodidad y seguridad pero os obligará a tener una ruta bastante más planeada para adaptar cada etapa coincidiendo en cada una con un albergue al final de la jornada. No se aprovechan mucho porque se suele llegar más allá de la media tarde y hay que salir temprano si no queremos entretenernos mucho y comenzar la ruta. Lo bueno es utilizar los hoteles o albergues cuando vamos a quedarnos en un sitio un par de días porque se puede lavar la ropa, te duchas, comes bien, y dejas allí el equipaje y así puedes salir con la bici vacía a conocer la zona o también dejarla allí y visitar el pueblo andando. Tampoco sería mucho problema que algún que otro día os olvidarais de los albergues y os quedaseis con los sacos en algún sitio que sea bonito y que no haya gente. Esto es, al menos para mí, bastante agradable porque te hace sentir más autónomo y libre y es maravillosa la sensación de dormir al aire libre y olvidarse de los ruidos de la ciudad y las carreteras. No dejéis para última hora el haceros el carnet internacional de alberguista con el que os harán algo de descuento allí donde lo admitan.

El entrenamiento

Yo soy de la opinión de que la forma física se va haciendo por el camino pero de todas formas es conveniente tener las piernas algo entrenadas, aunque sólo sea una vez a la semana, un par de meses antes, procurar hacer algún recorrido de cuatro ó cinco horas y que alterne con algo de montaña. La verdad es que al tercer día de ruta uno ya no tiene problemas, y aquí me refiero al dolor que produce el asiento cuando uno no está muy entrenado. Enseguida nos hacemos al sillín. El peso del equipaje sólo se nota en las subidas y cuando tenemos que cargar con la bici y los trastos al hombro. En llano y cuesta abajo es prácticamente igual aunque se nota el día que quitas las alforjas ya que da la sensación de que la bici se va para todos los lados, como si estuviera muy suelta. Tener claro que lo que no os interese, por el motivo que sea, o lo que no os apetezca hacer lo podéis sustituir por un tranquilo día de tren u otro medio de transporte que os ahorrará unos cuantos kilómetros y bastante tiempo.

La herramienta indispensable

Lo fundamental de la bicicleta va a ser su estado, llevarla a la tienda a que os la revisen y que os la pongan a punto. Que os miren bien las cosas para que aguante todo el camino. Si sois unos manitas lo podréis hacer vosotros mismos. No suele haber muchos problemas mecánicos así que os bastará con llevar dos o tres cámaras de repuesto y algunos parches, pegamento, lija y los desmontables por si pincháis. También es imprescindible llevar varias herramientas como el tronchacadenas, llaves, destornilladores, etc. , una cubierta de repuesto (para recorridos de más de mil kilómetros y sólo por allí donde creáis que será difícil comprar una), tres o cuatro radios, cable de freno, cable del cambio, zapatas, etc., pero si la bici está a punto dudo que paséis de algún pinchazo. Para mí la mejor bici es la de montaña aunque es más pesada, sin embargo es más robusta, se pincha mucho menos y no hay problemas por meterse por una pista o por cualquier lado, también es más estable y se agarra mejor a la carretera. La desventaja es que es más lenta por el tipo de cubiertas que lleva por eso es bueno que éstas no tengan mucho taco ya que la mayor parte del tiempo van a tocar asfalto. Una amortiguación delantera hará que se resientan menos las muñecas y que la espalda sufra menos con los baches. Las punteras en los pedales son una buena idea ya que nos evita que se nos escurran lo pies de los pedales y no sujetan el pie tanto como los rastrales o las fijaciones. La espalda tiene que ir libre. Que no se os ocurra llevar peso a la espalda como he visto a más de uno porque podéis acabar con ella destrozada. El equipaje deberá ir en alforjas pero en las tiendas de bici no suelen tener mucho surtido así que si necesitáis unas mirar unas buenas en catálogos y elegir aquellas que tengan suficiente capacidad y sean impermeables. Que no sean de esas que hay que estar media hora para atarlas o soltarlas, que sean robustas y con enganches rápidos. Y también hace falta el porta-equipajes trasero para llevarlas. Yo no soy partidario de usar alforjas delanteras porque creo que desestabilizan mucho la bicicleta pero podéis usar una alforja de manillar, también de anclaje rápido, y que al quitarla se puede utilizar de bolso con una correa que suele traer para el caso. La alforja de manillar es donde llevo la documentación, el dinero, la cámara de fotos, etc., y de lo que nunca me desprendo, y ya digo que se usa de bolso para cuando dejéis la bici a un lado y visitéis algún lugar. ¿Qué más puede hacer falta en la bici?, tal vez, si no lo tenéis ya, el velocímetro porque os evitará llevar reloj de pulsera, os será útil para controlar el ritmo con la velocidad, y para saber las distancias y el tiempo que empleáis cada día en la ruta.

La ruta

Dividir el día en 3 ó 4 horas por la mañana y otras tantas por la tarde. Con esto tendréis una autonomía al día de un mínimo de 100 km aunque haya montañas. Lo mejor es ir relajado y tomárselo con calma. Si hay mucho viento en contra deberéis bajar el ritmo, en las subidas no hace falta ganar el premio de la montaña, en llano sí que se puede subir algo el ritmo siempre que no forcemos demasiado, con lluvia tranquilos y si llueve mucho parar y resguardarse que ya parará. No hay que adoptar malas posturas al pedalear y cuando lo creas necesario estírate poniéndote de pie en la bici a la vez que das varias pedaladas. Ir siempre en fila a no ser que sea una carretera por la que apenas hay circulación. No os importe tener que cambiar la ruta o incluso parar y tomar el resto del día libre, mañana ya andaréis más. Procurar hacer los recorridos por rutas secundarias que tendrán mucho menos tráfico y se puede disfrutar mejor el paisaje sin que te estén pitando todo el día. Llevar un mapa del país por el que tal vez pudierais pasar o comprarlo al entrar en él. Que sean generales, no hace falta para nada que sean detallados, y mirar antes de todo los sitios por donde os gustaría ir o por donde creáis que pasaréis, los sitios que os gustaría conocer, y si es una ruta corta, los albergues que hay por la zona y que coincidan con vuestra red. Las alforjas buenas suelen ser individuales y en el hueco que queda en medio, justo encima del porta-equipajes podemos sujetar con una goma elástica, el saco de dormir y la esterilla. Con una cámara vieja puedes cortar unas tiras de aproximadamente un centímetro y medio de ancho y de largo toda la cámara. Esto te servirá para tener unos agarres adicionales por si los necesitaras para sujetar mejor el equipaje o por si se rompiera la goma del porta-equipajes. Dentro de la esterilla, en algunos países, he incorporado un palo que sobresalía unos centímetros con la intención de usarlo en esos momentos en que de pronto sale un perro corriendo detrás o a un lado de nuestra bici. Te parecerá una tontería o una barbaridad pero si se diera el caso prefiero dar un palo a un perro que sale detrás mío a que me enganche una pierna. De todos modos con la experiencia he aprendido – y no olvides el consejo – que si crees que el perro te puede dar alcance lo mejor es parar de golpe y seguir un rato con la bici en la mano. Aunque no te lo creas les tranquiliza mucho y es más, creo que el hecho de salir corriendo detrás de la bici es algo que no pueden remediar, un instinto inevitable. Llevar siempre algo de comida encima, aunque sea una sopa de sobre, té, alguna chocolatina, frutos secos, etc., y si vais a haceros la cena o la comida comprar, algún pueblo antes de donde tengáis pensado parar, una botella de agua que podréis enganchar encima del saco de dormir y la esterilla con la goma del porta-equipajes. Comprar también, si queréis, algo de fruta, pasta, arroz, etc., pero lo justo para comer o que os sobre un poco para el desayuno porque sino habrá que cargar con lo que nos quede.

Sé que se me olvidan muchas cosas que pudieran ser útiles y otras de las que he explicado ya las sabías pero la intención es lo que cuenta. Otras muchas las aprenderás por el camino al igual que conocerás gente entrañable, sitios preciosos y anécdotas que contar a la vuelta. Así que mucha suerte y a pasarlo bien.

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